En ocasiones, ambos buscamos amor, cariño o compañía, otras veces sentimos tristeza o alegría, y tanto el cosmos femenino como el masculino sufren de igual forma cuando se les hace daño, tendiendo ambos, a resguardarnos cuando sentimos cerca el riesgo.
Querido Neil: Tengo 54 años y he tenido que enfrentar la soledad, el temor y los recuerdos de violaciones infantiles y abuso sensible. ¿De qué manera me transformo en amor propio?
Se separó de ella y se apoyó en el banco. Ponte las braguitas de rodillas. No dejes que se caigan o bien tendré que darte unos azotes. No querrás que la gente oiga a su jefe y a su terapeuta ser azotados, ¿cierto??
Este improvisado sistema de retención bajo la cama funcionará en caso de necesidad; no obstante, si tiene el beneficio de un cabecero y un reposapiés, puede ser más sencillo asegurar cada tramo de cuerda a los que mantienen un sumiso en la posición de águila extendida.
El OLVIDO…, !se me olvidó donde se ocultó!. Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado un sitio para esconderse, pués todo se hallaba ocupado, hasta el momento en que percibió un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
Es el humano quien debido a encontrarse en la tercera dimensión lo percibe todo separado . Conque la mujer comprende que su propio planeta es de puras mujeres y el hombre que su planeta es de puros hombres.
No se movía nada. Pero nada de nada. Creí que, probablemente, estaba desorientado o inquieto o bien qué sé me contaba Laura (¿conoces a alguien que no se mueve en la cama por acojonarse a sus 30 años? Yo tampoco). Se quedó quieto todo el rato y en tres minutos… c’est fini.
Pero mujer, te vendrá bien salir para despejarte… Imagínate que estás sola en tu casa y aparecen elefantes asesinos mientras estudias. No querrás ser tú quien esté en esa situación, ¿no? Jajaja ??
Le digo a la inferior que revise el área cuando llegue a casa, y otra vez a la mañana siguiente, solo para asegurarme de que no haya sangrado auxiliar. También les digo que limpien el área con un jabón antibacterial a la mañana siguiente para estar seguros.
¿Nuestra explicación? Al paso que la mujer puede admitir que sufre, que siente, que ama, para el hombre es una vergüenza hacerlo, y esta calidad de antiproeza que tiene el sentimiento lleva a refrenarlo, y a no saber gestionarlo mejor.